1/12/09

Punto y final.

Empecé esto en mi casa y en mi casa lo termino. Son casi las diez de la noche del 30 de noviembre y el viaje se terminó. De hecho se ha terminado esta tarde cuando he salido del aeropuerto a las cuatro de la tarde, después de doce horas de vuelo, dos horas de espera para embarcar y una hora más para coger el equipaje a la llegada. Pero todo ese tiempo y ese cansancio acumulado no son nada en comparación con la experiencia vivida.

Desde aquí quiero daros las gracias a todos, mis amigos y mis amigas, que habéis participado de esto. A los que habéis dejado algún comentario y a los que solo habéis leido. Y os lo agradezco porque, sin vosotros saberlo, habéis sido mis compañeros de viaje con los que he compartido parte de mi tiempo.

Quizás, para algunos, todo esto haya sido un coñazo y para otros no tanto pero no es fácil resumir o explicar, en una pocas líneas, las sensaciones o los sentimientos que se tienen en algunas situaciones y cada uno tiene su forma de contarlo. Además este es mi primer blog y, ojalá que no sea el último, incluso me gustaría que vosotros tubieseis también la ocasión de hacerlo. Eso querrá decir que nos hinchamos a viajar.

Para mí este viaje ha sido especial porque supone un paso más en la culminación de un año que empezó regular, continuó peor y a punto estuvo de terminal mal hasta que en junio cambio mi racha, y sigue cambiando, a mejor. Algunos conocen parte de esta historia. Otros, quizás algún día, cuando haya ocasión. Entre esos cambíos estáis vosotros, los que os habéis asomado por aquí, que en un momento dado os cruzasteis en mi vida de la misma manera que yo me crucé en la vuestra. Vosotros que seguís ahí y que me habéis acompañado en este viaje. Espero que sigamos juntos mucho tiempo. Todo el tiempo.

Gracias por estar ahí. Gracias por ser como sois.

Besos y abrazos a repartir y que cada uno coja lo suyo. Seguiremos en el próximo viaje.