30/11/09

Último día en Lima

Hoy domingo día 29 poco más me queda hacer por aquí salvo seguir brujuleando así que, después de desayunar, claro, que eso es sagrado me dedico a ello.

Apenas he pegado ojo porque he tenido la suerte de que un bodorrio decidió celebrar la fiesta correspondiente en este hotel y han estado de juerga hasta ni sé que hora era. Y, después, de la fiesta alguno se ha quedado a dormir aquí porque en la habitación de al lado se oían unos ronquidos que hasta daban miedo. Pero mi venganza ha sido terrible. He puesto la peor telenovela que había a esas horas con un volumen propio para sordos y ni han protestado así que una de dos, o eran sordos ellos o estaban todavía como cubas y ni se enteraban.

He salido tardel del hotel porque ha amanecido un día gris y estaba lloviznando a primera hora aunque luego ha parado del todo e incluso ha salido algo el sol. Al principio parecía que iba a ser un día algo tristón aunque creo que el tristón era yo por tener que volverme ya. Una pena porque quedan tantas cosas por hacer.

Como siempre, paseando es como se encuentran las mejores cosas y me he topado con una fería de la miel y con unas jorndadas gastronómicas con concurso de parrilladas incluidas. Lastima que no pueda llevarme algo de miel, miel andina, porque tiene muy buena pinta. Una mañana entretenida viendo como compiten los cocineros por el primer premio. Son cocineros de restaurantes de postín de esta ciudad y compiten por un premio de 5.000 soles que para estos sitios no está nada mal por hacer una parrillada.





Alrededor de la carpa de competición, otros restaurantes han montado tenderetes para ofrecer muestras de lo que ofertan de comida en sus locales y me decido a probar la de uno de ellos que pone en un plato arroz con verduras, pollo con una salsa y otro tipo de carne que creo que es cui, un conejo pequeño de campo. Un plato combinado que por 10 soles da más que suficiente para comer. Y de postre, en otro puesto especializado en dulces, me compro un suspiro limeño. Un nombre sugerente para una preparación que es una especie de flan de café y merengue por encima. Muy dulzón para mi gusto pero que se deja comer.





Es hora de recoger e irse al aeropuerto porque mi vuelo de vuelta a casa sale a las 9 de la noche y prefiero estar con tiempo así que un taxi y hacia allí que me voy.

Mientras que escribo esto estoy en la sala de espera para embarcar. Quedan, aún, casi dos horas y otras doce más de vuelo. Si el destino no lo impide mañana a las 3 de tarde de allí, más o menos, habré aterrizado y puesto punto final a este viaje.

Así que de momento poco más se puede poner. A partir de ahora me esperan más sorpresas y mejores junto a mi gente. Pero esa es otra historia.

1 comentario:

  1. Ya estás de regreso!, así que ya sabes preparando la puesta en común con el grupo, queremos ver fotos y detalles.... muchos detalles , jajajaja
    Un beso

    ResponderEliminar