Me levanto con el sol a eso de las 05:30 de la mañana y, mientras que hago tiempo para desayunar, aprovecho para actualizar el blog desde la habitación porque no me fío mucho de los accesos a internet que tienen en los ordenadores de los hoteles. No es difícil que puedan capturarte contraseñas y otros datos. En fín, esa es mi vena desconfiada.
Sobre las 7 desayuno y no mucho porque la cena de ayer me ha dejado el estómago un poco tocado así que habrá que darle un poco de tregua.
A las 07:30 me voy a la estación de autobuses de Arequipa que, por cierto, se llama Terrapuerto. Un nombre curioso, la verdad.
La empresa con la que viajo tiene un servicio parecido al de los aviones. Te facturan el equipaje, tienen una sala de espera para embarcar y azafatas que te atienden en lo que quieres. Un lujo, vamos.
El autobús es de dos pisos. El de arriba es la clase turista y el de abajo la de preferente porque los asientos casi se convierten en cama. Aun así los asientos son amplios y comodos y tienen un sistema para poder estirar las piernas teniéndolas apoyadas. Vamos que ya quisieran algunos aviones ser así de cómodos.
Iniciamos el viaje a las 8:30 y me espera un largo camino por delante así que con tranquilidad. El camino que seguimos es el mismo por donde pasamos cuando fuimos a Chivay. Según avanzamos se ve la impresionante figura del volcán Misty que parece que estuviese en erupción con una nuve que se ha colocado en su cima.
Para amenizar el viaje nos ponen una película. Es una película lacrimosa de un bombero que tiene que salvar su matrimonio que está a punto de romperse. Para hacerlo recibe la ayuda de su padre que le manda, durante cuarenta días, unos consejos basados en la biblia, toma ya. Y mientras, la mujer del bombero fijándose ya en otro. Lo de siempre, a rey muerto.....Pero el caso es, como no podía ser de otra forma, que al final consigue arreglar su matrimonio y colorín colorado esta americanada se ha terminado.
A las dos horas y algo más de recorrido nos dan un refrigerio. Una sorpresa que no esperaba. Un bocadillo de pollo y una magdalena. Apenas como nada porque sigo con el estomago tocado y tengo sensación de calor. No sé si es porque hace calor, porque ayer cogí una insolación o porque tengo fiebre. El tiempo dirá.
A las doce y media el autobús se detiene. La carretera está bloqueada y no sabemos bien por qué. Empezamos a retroceder y la azafata que viene con nosotros nos dice que corramos las cortinas y que lo hagamos deprisa y en ese momento se oye un golpe seco y a policias corriendo hacia donde estamos nosotros intentando dar la vuelta.
Nos informa, por fin, que la carretera está bloqueada por manifestantes, que están apedreando a los autobuses y que la policia no puede detenerles porque son muchísimos más y que está previso que lleguen mas camiones con manifestantes desde Lima.
Retrocedemos hasta el pueblo más cercano, pueblo por llamarle de alguna manera porque son cuatro casas, donde nos comentan que vamos a esperar para ver si, al final, la carretera de despeja. Está lloviendo y así ni apetece salir del autobús y tampoco tengo muchas ganas porque no me encuentro muy bien.
A las dos de la tarde, cindo horas y media después de haber salido, nos dicen que no es posible continuar y que nos volvemos a Arequipa. Pero lo peor, aparte del tiempo perdido, es que nos dicen que la carretera va a estar cortada, por lo menos, hasta el lunes o el martes y ese es el único camino posible para ir a Puno y a Cuzco así que la única opción que tengo es coger un avión desde aquí hasta Juliaca que está a unos cuarenta kilómetros de Puno.
Llegamos de vuelta sobre las cuatro de la tarde. Todo el día perdido. Así que localizo alojamiento y me voy a preguntar si hay plazas y, sobre todo, el precio, para ir o a Juliaca y luego en taxi a Puno o ir directamente de Cuzco.
En las oficina de Lan, una compañia aérea que opera por aquí y que funciona muy bien, he conseguido un billete para ir a Juliaca el domingo 22. Sale de aquí a las 6:25 de la mañana si no hay problemas y estaré en Juliaca a la 7. Espero que sea así. También he conseguido, para tenerlo preparado, un billete para volver de Cuzco a Lima porque ya no me puedo fiar de cómo estén las carreteras para volver porque he oido en la noticias que en Abancay, una ciudad que está en el camino que va desde Cuzco a Lima, ha habido incidentes graves, incluso con heridos, entre manifestantes y la policia y además la Panamericana que es la carretera que llega a Lima también se cortó hace dos días por pescadores que se manifestaban por unos problemas con unas prospecciones petrolíferas. En fin, se ve que aquí la forma de manifestarse es cortando carreteras y, algun desalmado, apedreando autobuses.
Como tengo el estomago hecho un cuadro me compro, en un super, algo parecido a unos actimeles y eso será lo que cene esta noche porque aún tengo la sensación de calorina y no me apetece otra cosa así que, esta noche, reposo absoluto. Son las siete de la tarde y me voy a meter en la cama a descansar que mañana será otro día y seguro que tan entretenido como este o quizás más.
Eugenio..... cuidate mucho!
ResponderEliminar¡Qué pasada la foto de la policía!, pero que ordenaditos van. No veas como son las barricadas en la cuenca minera. De todos modos te noto tranquilo, veo que ni los manifestantes te incomodan. ¡Bien!
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