18/11/09

En Arequipa

Cuando se viaja solo, y sin agencia que te organice la vida, hay que dedicar algo de tiempo a localizar el siguiente alojamiento y a planificar el medio de transporte que te llevará al próximo destino. Y eso es lo que me ha tocado hacer hoy.
He pasado una noche fatal gracias al mouse de chocolate que me sirvió la hermana carmelita en el sitio donde cené anoche. La conversación tan interesante que tuve con ella, puesto que como era el único cliente andaba algo aburrida,  no ha compensado el hecho de que hayan querido envenenarme.
A pesar de todo, he bajado a desayunar y lo he hecho en condiciones, huevos revueltos, frutas variadas, bollos y café, mucho café. Suponía que la comida me la iba a saltar y así ha sido.
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Después de de pagar 5,84 dólares americanos en concepto de tasas de salida o, mejor dicho, de uso del aeropuerto, una espera de dos horas y un vuelo que apenas dura 50 minutos he llegado a Arequipa.

Arequipa es la segunda ciudad más grande de Perú. Está al sur del país y no demasiado lejos de la fronteras con Chile y Bolivia. Con una altura de 2.350 metros sobre el nivel del mar, se encuentra en un valle al pie de los volcanes Misti, de 5.800, del Chachani de 6.075 y del Pichu Pichu de 5.571 metros. De hecho es una buena base de partida para hacer actividades de senderismo, alpinismo, rafting. ciclismo de montaña. Es una zona en la que hay volcanes activos, aguas termales, desiertos andinos y los cañones mas profundos del mundo. Hay varias rutas para subir a los volcanes que he comentado antes, casi todas sin grandes complicaciones técnicas salvo la altura así que será cuestión de planificarlo para una próxima visita porque en este viaje va a ser que no.

El aeropuerto de Arequipa es pequeño, muy pequeño y te bajas del avión directamente por la escalera, como se hacía siempre, y no por esas rampas tan modernas de ahora que le pegan a los aviones en las orejas y que te llevan hasta la zona de salida como a las vacas al matadero. Como es muy pequeño, nada más coger el equipaje, das dos pasos y ya estás en la calle así que a buscar un taxi para llegar al centro. Y no ha sido difícil, porque en el vuelo solo eramos unas cuarenta personas y extranjeros pues muy pocos.

Después de un rato, he encontrado un hostal que éstá genial, Las Torres de Ugarte, muy cerca de la zona antigua de Arequipa. Lo mejor, una azotea que tiene para descansar y con unas vistas muy buenas de la ciudad.

Una vez instalado, me he ido a buscar transporte para irme mañana hasta Chivay, que está a 3.633 metros y a unas 6 horas de aquí en conche, para ver parte del cañón de Colca, uno de los más profundos del mundo con casi 3.000 metros de profundidad.

Esta ciudad es más tranquila que Lima en cuanto a agitación pero en seguridad no lo tengo tan claro porque esta tarde a una chica le han robado el bolso del tirón delante de mis narices y por más que ha gritado "ratero, ratero" no ha conseguido que nadie parara al chorizo. Cualquier día de estos también me tocará a mí porque, aunque disimule, la cara de turista se me ve.

A parte de ese incidente, se nota que hay una ambiente distinto al de la capital. Más relajado y que te invita a pasear tranquilamente. Y eso es lo que he hecho hasta la hora de cenar. Una cena de platos arequipeños, papa a la huancaína con salsa de ajíes, huevos duros y aceitunas y luego alpaca a fuego con salsa de maracuyá y más ajíes. En realidad no tenía ni idea de lo que eran los ajíes hasta que lo he visto en la wikipedia. Que incultura, por dios.

Para regar la cena he pedido una cerveza cusqueña, negra, y he comprobado por mí mismo que la cerveza, a 2.350 metros de altura, coloca más que a nivel del mar, o al menos a mí me ha caido peor y eso que no parecía tan fuerte cuando me la tomaba.

En fin, ahora son las cinco de la mañana y hace un sol explendido. Hace una rato que ha amanecido y es como si estuviésemos a medio día de la luz que hay. En un rato me voy a ver el cañón de Colca así que voy a preparar las pocas cosas que me llevo porque el resto lo dejaré aquí para volver al día siguiente.

Seguiremos, más y mejor, como siempre.

1 comentario:

  1. Hola Eugenio! que envidia me das.... con lo bien que lo cuentas me parece estar alli contigo, aunque a mi la mouse de chocolate no me sento mal jajaja. Sabes que yo tengo una niña apadrinada alli en Peru, bueno en un pueblecito de esos perdidos de la mano de Dios. Bueno....siguenos contando que me esta encantando seguir el viaje. Un beso muy fuerte y un achuchon enoooorme!!!! Belén

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