Embarco y despegamos en hora. Otras compañias debería tomar nota. Por mucho que haya volado, cuando el avión inicia la carrera de despegue siento un hormigueo en el estomago y me pongo a pensar si será capaz de subir, que la pista pasa muy deprisa, pero sí, al final sube y justo en ese momento pienso que qué pasaría si, de pronto, se vuelve a caer. En fin, uno que es masoca y le da por pensar cosas raras
Al poco de despegar el avión pasa entre los volcanes que rodean a Arequipa dejando el Misty a la derecha y todos los demás a la izquierda. La vista es espectacular.
He coincidido con otra gente que también iban en el autobús de Arequipa a Puno y que han optado por ir directamente a Cuzco sin pasar por Puno. Es algo que pensé yo pero creo que hay que tomarse las cosas con más calma porque hay tiempo para todo y esta ciudad seguro que merece una visita.
En poco menos de 30 minutos aterrizamos en Juliaca y en la terminal de llegadas, un edificio con una puerta de entrada desde las pistas, la cinta para recoger el equipaje y la puerta de salida, nos recibe un grupo de músicos tocando música andina y no lo hacen gratis, no, porque mientras que esperamos el equipaje van pasando el sombrero. Ya me parecían a mi muy cordiales los de Juliaca.
Me subo a un transporte colectivo para que me lleve a Puno, que está a 45 Km. y que me cuesta solo 15 mientras que un taxi me hubiera costado 75, bueno eso es lo que me pedían sin regatear. El caso es que a las 8 y media de la mañana estoy en Puno, por fin, y ya lo único que me queda es localizar hotel.
Puno se encuentra a orillas del lago Titicaca. El lago navegable más alto del mundo y el más grande de Sudamérica con sus 170 Km. de longitud y 60 de anchura. Según la leyenda, de aquí surgió el primer Inca, Manco Capac, hijo del dios del sol Inti.
Antes que los Incas, estuvieron por esta zona los pukara, muchísimo más tarde los tiahuanaco, posteriormente los collas y los aymaras y luego los Incas. Y los españoles, los últimos en llegar para buscar las riquezas del lugar y los que más caña dieron.
La ciudad de Puno está a 3.830 metros de altura sobre el nivel del mal. De momento no tengo problemas con el sorore, mal de altura según le llaman a quí, porque el periodo de aclimatación de Arequipa me ha venido genial. Me llama mucho la atención que es una ciudad mucho más tranquila que las otras por las que he pasado. Apenas hay tráfico y el que hay se reduce a pocos coches y muchos motocarros y triciclos que hacen las veces de taxi.
Aquí está tan extendido el uso del motocarro como mototaxi que hasta movistar tiene una promoción para participar en unos sorteos y lo que regalan son, nada más y nada menos, que unos mototaxis.
De camino me tropiezo con una procesión que va acompañada con una banda de músicos y de unos cuantos de sus devotos, supongo que de esa virgen, vestidos con sus mejores galas.
Desde luego que la vida aquí es mucho más tránquila aunque no sé si es porque es domingo o porque es así habitualmente. Lo cierto es que es una gozada el pasear por sus calles y cotillear por los mercadillos que voy encontrando. Son algo parecido al Rastro de Madrid donde puedes encontrar casi cualquier cosa que te propongas. Aquí igual y para poder encontrar las cosas de una manera más fácil, están agrupados por artículos. Hay una zona donde hay vendedores de frutas y verduras, otra de cosas para la casa, otras de cientos de objetos de segunda mano y así más de cinco cuadras. Por cierto, las cuadras son el equivalente a nuestras manzanas en las calles.
En el puerto apenas hay actividad ya que los barcos que se dirigen a las islas salen a primera hora de la mañana. Lo que si hay, como no, es un mercadillo con artesanía de la zona y también supuestos patrones de barcos que se ofrecen a llevarte a ver las islas más interesantes del lago. Eso es algo que tengo pensado hacer mañana porque hoy prefiero caminar.
He encontrado en el puerto una zona donde se puede alquilar barcas a pedales que son de lo más curioso. No me imagino yo ese tipo de barcos en el estanque del Retiro o en el de la Casa de Campo.
Empieza mis festín con un pan de ajo y una cazuelita de vegetales seguido con una sopa de algo parecido a la sémola y luego carne vegetal a la parrilla con puré de patatas, más verduras cocidas y terminan, de postre, con un yogurt con granola, maca y miel que por cierto no tengo ni idea, salvo la miel, qué son esas cosas pero que están buenísimas.
Según estoy comiento me acuerdo de una buena amiga y compañera de otros retos, Karmen, y pienso que le encantaría probar este tipo de comida con este toque peruano y este sabor andino. Seguro que no me equivoco.
Como todavía es pronto y quedan unas cuantas horas de luz me voy a Sillustani que está a unos 30 km. de aquí.
Cuidate mucho y no eches de menos nada de lo que tienes aquí, que todo te está esperando, saborea cada segundo de ese viaje y a la vuelta nos das un concierto con la quena. Los paisajes son preciosos y la experiencia tiene que estar siendo muy enriquecedora, tus minitús sabrán disfrutar de todo lo que estás viviendo a través de ti. Un beso y un abrazo de oso.
ResponderEliminar